
Este domingo, el Perú y el mundo despiden a uno de los más grandes exponentes de la literatura contemporánea. Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, falleció a los 89 años en la ciudad de Lima, según confirmó su hijo Álvaro Vargas Llosa a través de un comunicado.
“Su partida entristecerá a sus parientes, a sus amigos y a sus lectores alrededor del mundo, pero esperamos que encuentren consuelo, como nosotros, en el hecho de que gozó de una vida larga, múltiple y fructífera”, expresó su familia.
De acuerdo con la voluntad del autor, no se realizarán ceremonias públicas. Su funeral y sepelio serán en estricto privado, y sus restos serán incinerados, conforme a su deseo.
Un peruano universal
Nacido en Arequipa el 28 de marzo de 1936, Vargas Llosa deja un legado literario invaluable. Fue autor de novelas emblemáticas como La ciudad y los perros, Conversación en La Catedral, La fiesta del Chivo y La Guerra del Fin del Mundo, entre otras.
En 2010, recibió el Premio Nobel de Literatura, reconociendo su “cartografía de las estructuras del poder y aceradas imágenes de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo”.
Fue además el primer autor de lengua española en ingresar a la Academia Francesa en febrero de 2023, hito que reafirmó su estatura intelectual a nivel mundial.
Su última novela, Le dedico mi silencio, fue publicada en octubre de 2023 y abordó el sueño de un país reconciliado a través de la música criolla y el arte.
Hoy el Perú pierde a un referente irrepetible. El mundo literario, a una voz crítica y lúcida. Y la historia, a un cronista implacable del poder y de la condición humana.