Roxana Churata Condori está convencida de que el fútbol es la herramienta que necesitan los niños y jóvenes del país para alejarse de los vicios.
La presidenta del Club Credicoop San Cristóbal de Moquegua y regidora de la Municipalidad de Mariscal Nieto es una mujer que no le huye a los retos, al contrario, los enfrenta, poniendo lo que a veces los hombres no ponen.
Cuando algo le va mal, recurre a la conversación con su menor hijo, hincha número uno del San Cristóbal y su fortaleza. “Desde niña veía fútbol, es algo que llevo en la sangre. Por eso acepté este reto de dirigir un equipo. Tienes que enfrentarte a muchas dificultades y como mujer aún más”, contó a La República.
Roxana Churata es una moqueguana de raza y corazón. Mujer de una familia humilde, pero sobre todo honesta. En diálogo, asegura estar convencida de que el deporte y la educación son pilares para la formación de grandes deportistas y mejores personas.
“Fui elegida regidora, pronto haremos público nuestro trabajo. Mi bandera son los proyectos sociales para los más necesitados y el deporte como carta de presentación”, dice enérgica.
Su más próximo anhelo es devolver el fútbol profesional a la Tierra del Sol Eterno.
“Al hincha le decimos que este equipo representa a todos los moqueguanos. Llenemos el estadio el domingo. Estoy segura de que los jugadores dejarán todo en cada jugada”, alienta una de las pocas presidentas de un club de fútbol en el país.
“Somos la capital del cobre y la ciudad con la mejor palta del mundo. Si campeonamos jugaremos aquí”, agregó Roxana Churata, quien ama y exhibe orgullosa su vestimenta El Anaco del centro poblado de Sijuaya, distrito San Cristóbal-Callacoa. Dama de fútbol y luchadora.
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