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El incendio de pastizales para renovar la tierra resultó siendo un infierno para varias cabezas de ganado vacuno y ovino.
Varios de estos ejemplares terminaron ardiendo en llamas en el centro poblado de Callaza y Aurincota, distrito de Huacullani, provincia de Chucuito-Juli, al sur de Puno.
Los poblados soportaron las llamas la tarde del viernes último.
Los campesinos informaron que al menos 12 vacas y 35 ovejas tuvieron que ser sacrificadas porque mantenerlas con vida era prolongar su sufrimiento, ya que estaban bastante afectadas.
/la república/
