A 50 kilómetros al sur de la ciudad de Puno se encuentra Ilave, la tercera localidad con mayor población urbana, con cerca de 30 mil habitantes. Esta población enfrenta problemas de deficiente servicio de agua potable y saneamiento, aunque la contaminación del río Ilave es el problemas más crítico.
Al igual que en otras urbes pobladas de la región Puno, Ilave enfrenta uno de los problemas más álgidos de la región: el de saneamiento y dotación de agua potable, que cada vez se hace más crítico y requiere una inmediata intervención.
“Hemos encontrado un servicio de saneamiento deficiente, debido a que proyectos que se venían ejecutando hace dos gestiones atrás, no se han concluido en el tiempo propuesto”, indicó Santos Apaza Cárdenas, alcalde provincial de El Collao, refiriéndose a las obras de saneamiento que se encuentran abandonados.
Uno de ellos, la denominada Planta de Tratamiento de Aguas Servidas, ubicada a un kilómetro del núcleo urbano que emanan fuertes olores fétidos, “se encuentra abandonada desde la gestión del ex alcalde José Antonio Maquera”, señala Ángel, el moto taxista al que solicitamos servicio.
Evidentemente, dicha obra se encuentra literalmente abandonada, y comprende dos lagunas de estabilización; allí discurren todas las aguas servidas de la ciudad de Ilave, y estas a su vez, sin ningún tratamiento, ingresan al río Ilave, que luego desemboca en el lago Titicaca.
“Siempre las aguas servidas han desembocado a este río”, nos cuenta Ángel, mientras registramos las fotografías y luego nos dirigimos a las tuberías que servían de desemboque de las pestilentes aguas servidas, en donde también se observan residuos sólidos.
“Aquí desembocaban las aguas servidas, pero lo taparon”, manifiesta nuestro guía, quien además recuerda que en su infancia las aguas del río eran cristalinas y lamenta que ahora se vea afectada por la contaminación.
A 100 metros río arriba del desemboque de las aguas servidas, se ubica la principal captación de agua; desde allí se bombea a los reservorios de agua potable que tiene instalados la Empresa Municipal de Saneamiento Ambiental Básico (EMSA) Puno, para su distribución domiciliaria.
En resumen, se hace la captación de agua potable del río y, al poco tiempo, las aguas residuales vuelven a ingresar al mismo afluente, sin ningún tipo de tratamiento previo, convirtiéndose en uno de los problemas ambientales más críticos con los que tiene que lidiar la población de Ilave.
“Hay proyectos pequeños de saneamiento, que no están liquidadas y que dificultan hacer un proyecto integral”, afirma el alcalde Santos Apaza, indicando que la actual laguna de oxidación no ha sido concluida desde la gestión del ex presidente regional Hernán Fuentes Guzmán.
Es consciente de la fuerte contaminación del río Ilave, y por eso su prioridad es retomar la obra de la laguna de oxidación, que se intervendrá para aliviar el problema ambiental, con un presupuesto de 2 millones, mientras se haga realidad el proyecto integral de las 10 plantas de tratamiento del cual forma parte.
Otro de los proyectos estratégicos que espera cumplir la autoridad municipal es dotar de agua potable, por 24 horas, a toda su población, en lugar de 3 a 4 horas, como ocurre actualmente.
El líquido elemento será captado desde la microcuenca Chilligua, ubicada a 40 kilómetros de la ciudad de Ilave; esta sería una buena alternativa para dotar agua potable a costos económicos, conforme fue su promesa electoral de campaña.
“Ilave está en una de las cuencas más grandes de lago Titicaca, hay fuentes de agua por encima de los 4000 msnm, tenemos la posibilidad traer agua por gravedad y abastecer los reservorios a presión natural, lo que abarataría los costos de operación y mantenimiento”, comentó muy optimista la autoridad edil.
Desde ya, hay buenas intenciones de parte de la autoridad en mejorar los servicios básicos de agua potable y saneamiento básico, pero todo dependerá de la disponibilidad presupuestal desde el gobierno central, principalmente para solucionar el problema ambiental.
fuente : los andes
