
Pobladores de Ilave remontaron el altiplano para participar en la “Toma de Lima” y mantienen viva su exigencia de justicia.
El 19 de enero de 2023 representa una jornada que permanece muy viva en la memoria del altiplano peruano. Desde el distrito de Ilave, provincia de El Collao (Puno), cientos de pobladores emprendieron un viaje largo y simbólico rumbo a la ciudad de Lima para sumarse a las movilizaciones nacionales que exigían la salida de la entonces presidenta Dina Boluarte y la restitución del expresidente Pedro Castillo —o, al menos, elecciones inmediatas y una Asamblea Constituyente.
1. El viaje desde Ilave
Los manifestantes partieron en caravanas de buses y vehículos particulares desde Ilave, ascendiendo por las carreteras del altiplano y luego bajando hacia la capital. Muchas familias llevaron víveres, banderas y mensajes de reclamo político y social. Esta movilización no solo representó una manifestación política, sino también una afirmación de identidad: comunidades andinas que, según informes, sintieron que sus demandas no eran escuchadas por el poder central.
2. Motivos y contexto de la protesta
Las razones de la movilización se engloban en la crisis política que estalló tras la destitución de Pedro Castillo el 7 de diciembre de 2022, y el posterior ascenso de Dina Boluarte. Las protestas se extendieron por el sur del país —incluyendo Puno— y en Lima tomaron la forma de una gran marcha para exigir su renuncia.
En Puno, la situación ya era explosiva. Según informes, hubo enfrentamientos, bloqueo de rutas y violencia, que incluyeron la aparición de muertos y heridos.
3. Qué sucedió en Lima
Al llegar a Lima, los manifestantes de diversas regiones se sumaron a una masa que exigía cambios profundos. Según la cobertura de la prensa, incluso más de 11 000 policías fueron desplegados en la capital para contener la protesta.
Desde Ilave, la delegación se integró en ese colectivo mayor, reivindicando sus luchas propias, como la injusticia regional, la falta de representación, y el reclamo de mayor autonomía y equidad.
4. Impacto y saldo a la fecha
La movilización marcó uno de los momentos más tensos de la crisis política nacional. A nivel institucional, la Defensoría del Pueblo del Perú documentó múltiples muertes, detenciones y presuntos abusos en el marco de las protestas.
En la región de Puno, también se identificó que al menos una persona falleció en Ilave en medio de los enfrentamientos.
5. La memoria que permanece
Para los pobladores de Ilave, el viaje a Lima no fue solo un desplazamiento físico, sino una manifestación simbólica de lucha y dignidad. Años después, la convocatoria se recuerda como un acto de visibilidad: de que desde el altiplano pueden alzar la voz, demandar justicia y ser parte activa del proceso político nacional.
Hoy, cuando los reclamos aún no están completamente resueltos y las investigaciones sobre muertes y abusos se prolongan, aquella caravana de Ilave hacia Lima simboliza la persistencia de la región.



