La tranquilidad de la comunidad de Chimpa Jaran, en la salida a Cusco, se vio estremecida tras revelarse uno de los crímenes más macabros de los últimos tiempos en la región. Edwin Samuel Apaza Calla (38) confesó haber asesinado brutalmente a su propio tío, Elisbán Ricardo Ccalla Flores (59), tras una aparente disputa familiar por terrenos.
El crimen ocurrió la noche del sábado 26 de abril. Según la confesión del agresor, aprovechó la oscuridad de la noche para atacar a su tío cuando este regresaba a casa en estado de ebriedad. Usó una piedra para destrozarle la cabeza, matándolo en el acto. Luego, intentó ocultar el cuerpo enterrándolo cerca de la orilla de un río, pero más tarde lo desenterró y lo arrojó al agua por temor a ser descubierto.
LA DESAPARICIÓN
La alerta sobre la desaparición de Elisbán Ccalla fue dada el lunes por su hija, Amiz Ccalla Catti, y su esposa, Juliana Catti de Ccalla. Desde ese momento, las sospechas recayeron sobre el sobrino, quien tenía antecedentes penales por violación y había amenazado de muerte a su tío en anteriores ocasiones.
LA CONFESIÓN
Las investigaciones estuvieron a cargo del Área de Investigación Criminal (Areincri) de la PNP, junto al fiscal Raúl Quilla Faijo. Inicialmente, Edwin negó toda implicancia, pero luego, abrumado por la evidencia y el interrogatorio, confesó el crimen la noche del lunes. Las pruebas de luminol revelaron rastros de sangre en su ropa, cuerpo, rostro y manos.
LOS HECHOS
Según los reportes preliminares, Elisbán Ccalla llegó hasta la casa de su sobrino y comenzó a insultarlo desde el exterior. Luego, regresó a su vivienda, sin imaginar que Edwin lo seguiría. En una trocha carrozable, lo interceptó y lo atacó con una piedra, golpeándolo en la cabeza al menos tres veces. Tras matarlo, trasladó el cuerpo en una carretilla a orillas del río, donde lo enterró.
Minutos después, consumido por el miedo, desenterró el cadáver y lo lanzó al río. La corriente lo arrastró cerca de un kilómetro, siendo finalmente encontrado por agentes de la Unidad de Emergencias (Uneme) de Juliaca, la tarde del martes, a más de 100 metros del puente Maravillas.
INVESTIGACIÓN Y DETENCIÓN
Las autoridades continúan con las investigaciones. Hasta el momento, todo apunta a que el crimen fue cometido por una sola persona. Edwin Samuel Apaza Calla permanece detenido en la carceleta del Departamento de Investigación Criminal de la PNP, acusado del delito de homicidio calificado. La Fiscalía solicitará prisión preventiva en las próximas horas.
Este caso ha generado consternación en la población y pone nuevamente sobre la mesa la necesidad de atender con urgencia los conflictos familiares y el seguimiento a personas con antecedentes penales en libertad.
